En cada Ave María se esconde un gesto de amor y cuando ese amor se comparte, se convierte en misión. En el Mes de María Misionero, queremos dejar que nuestra Madre camine entre nosotros, visite nuestros hogares y toque los corazones de quienes más necesitan consuelo y esperanza.
Ser misioneros de María es abrirle el camino a la Virgen para que Ella llegue donde nosotros no podemos. Porque cuando Ella visita una comunidad, todo cambia: la oración se vuelve más sencilla, los encuentros más fraternos y el corazón más disponible para Dios.
Tú también puedes ser misionero de María. INSCRÍBETE AQUÍ
Solo necesitas el deseo de servir y la alegría de compartir su amor. Inscríbete, no debes estar todos los días en el punto de oración. Nosotros te entregaremos todo lo necesario para comenzar.
Deja que María camine contigo y nos lleve hasta su Hijo.