Este fin de semana celebraremos la gran fiesta de Pentecostés y lo haremos en comunidad, en oración y con alegría, tal como lo vivieron los primeros discípulos de Jesús reunidos en el Cenáculo.
Las Misas serán este sábado 7 de junio a las 20:00 horas, y el domingo 8 de junio a las 10:30, 12:30 y 20:00 horas.
La importancia de Pentecostés
Jesús promete que “el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien les enseñe todo y les vaya recordando todo lo que les he dicho” (Jn 14,26).
Pentecostés es el cumplimiento de esta promesa. No es solo un recuerdo de lo que sucedió hace dos mil años, sino una realidad viva que sigue transformando nuestras vidas y enciende en nosotros el fuego de la fe.
Pentecostés marca la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y el nacimiento de la Iglesia misionera. Aquellos hombres temerosos se convirtieron en testigos valientes de la resurrección de Cristo. Hoy también recibimos ese mismo Espíritu en el Bautismo y la Confirmación, y estamos llamados a ser testigos del amor de Dios en medio del mundo.
Con Pentecostés culmina la Pascua, celebrando no solo la victoria de Cristo sobre la muerte, sino que también el don del Espíritu Santo que nos impulsa a salir de nosotros mismos, a compartir la fe y a servir con alegría.