Este fin de semana celebraremos dos fiestas importantes: el sábado 26 de julio a San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, y el domingo 27 de julio, la V Jornada mundial de los abuelos y las personas mayores.
Santa Ana y Joaquín son figuras entrañables, no solo por su parentesco con la Virgen María y con el mismo Jesús, sino porque representan a tantos abuelos y abuelas que, con ternura y fe, siembran esperanza en las generaciones que vienen.
Según una antigua tradición cristiana, Joaquín y Ana vivieron la prueba del dolor y la humillación, por no poder tener hijos. Pero no se rindieron: oraron, ayunaron, confiaron. El Evangelio apócrifo de Santiago relata que Joaquín se retiró al desierto durante 40 días para suplicar al Señor. Y mientras tanto, Ana también oraba y pedía con fe. Dios escuchó. Un ángel les anunció que serían padres de una niña bendita por todas las generaciones: María.
Con humildad, criaron a la que sería Madre del Salvador. La consagraron a Dios y la educaron en la fe, enseñándole a escuchar la voz del Señor y a cumplir su voluntad.
Te invitamos a celebrar este sábado y domingo a tus abuelos sea que estén vivos o ya en la presencia del Señor. Tráelos en tu corazón o trae contigo a esa persona mayor que ha sido apoyo y cariño en tu vida.
“El amor por nuestros seres queridos" "no se apaga cuando las fuerzas se desvanecen. Al contrario, a menudo ese afecto es precisamente el que reaviva nuestras energías, dándonos esperanza y consuelo", nos recuerda el Papa León XIV.
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