Estamos en la recta final de la Cuaresma de Fraternidad un llamado a abrir el corazón y llenar la alcancía de solidaridad en favor de los adultos mayores más vulnerables de nuestro país.
Sabemos que el ayuno que agrada al Señor es el que se convierte en ayuda concreta y algo de ello pudimos palpar en la reciente peregrinación al templo jubilar de Fundación Las Rosas. Allí pudimos orar por nuestras vidas y por esta obra que se dedica al cuidado de las personas mayores, las más desvalidas de nuestro país.
La campaña que lleva por lema “Bienaventurados los viejos, porque en ellos habita la memoria, sabiduría y futuro”, quiere ser expresión del amor cristiano a través de la valoración, la escucha y el apoyo, para quienes enfrentan la soledad, el abandono o dificultades económicas.
Súmate antes que termine la Cuaresma. Trae tu cajita este Domingo de Ramos y celebremos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén con nuestra mejor alabanza: la caridad cristiana.