Margaret o Margarita nació en Hungría en 1045, cuando su familia estaba exiliada en ese país. Por esa razón ella creció en la corte del rey San Esteban de Hungría.
Años después de regreso en Escocia, se casó con Malcolm III, rey de Escocia a los 24 años. Tuvo ocho hijos y como reina consorte apoyó a su esposo en la consolidación de la fe católica entre los escoceses y trabajó con ímpetu por los pobres y abandonados.
Todos los días daba de comer a los pobres aseaba a los mendigos. Se preocupó de la educación de su pueblo y usó parte del tesoro real para dar techo a los necesitados y religiosos.
Santa Margarita tuvo una intensa vida espiritual, fue asidua a la celebración de la Eucaristía y vivía con austeridad.
En 1093 tras el fallecimiento en batalla de sus hijos, Malcolm y Eduardo, la santa enfermó gravemente hasta que falleció el 16 de noviembre de 1093.
Fue canonizada en 1251 por el Papa Inocencio IV.
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