El 28 de octubre recordamos la fiesta de San Judas y San Simón, Apóstoles que dedicaron su vida a la evangelización en tiempos de persecución a los cristianos y murieron mártires al mismo tiempo, en el año 65 d.C.
San Judas Tadeo suele ser confundido con Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús. Él fue otro de los apóstoles de nuestro Señor. Predicó primero en Judea, luego pasó a Mesopotamia y finalmente en Persia. Allí se reunió con el apóstol San Simón y juntos combatieron las herejías de Zaroes y Arfexat, dos sacerdotes paganos que levantaron al pueblo contra las obras de los apóstoles.
Sus reliquias se encuentran en un altar de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
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