Celebremos juntos la Solemnidad de la Virgen del Carmen



Martes 12 de Julio, 2022



Reina, Madre y Patrona de Chile

Te invitamos a la Eucaristía, que celebramos en su honor:

Sábado 16 de julio a las 20:00 hrs. 

Dentro de la celebración, se realizará la imposición de escapularios, que según la tradición, el 16 de julio de 1251 San Simón Stock -general de la Orden Carmelita- estaba rezando por el destino de su comunidad, cuando la Virgen María se le presentó portando un escapulario en sus manos. Vestida con hábito carmelita y rodeada de ángeles le dijo: 

“Recibe, hijo mío, muy amado, este escapulario de tu Orden, como señal de mi confraternidad. Signo especial de gracia para ti y para todos los que lo vistan. Quien muriese con él no sufrirá el fuego eterno. Es un signo de salvación, amparo en los peligros del cuerpo y del alma, alianza de paz y pacto sempiterno”.

El escapulario es un sacramental, es decir, un objeto religioso que la Iglesia ha aprobado como signo que nos ayuda a vivir cristianamente y dispone nuestro corazón al amor de Dios. Al mismo tiempo, es una de las representaciones de devoción a la Virgen del Carmen.

El escapulario no es un amuleto, ni una garantía automática de salvación. Es un signo de nuestro amor a la Santísima Virgen, nos recuerda que Ella nos protege bajo su manto e intercede por nosotros. 

Conoce las promesas del escapulario, PINCHANDO AQUÍ. 

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN, PATRONA DE CHILE

¡Oh Virgen Santísima del Carmen!, Llenos de la más tierna confianza, como hijos que acuden al corazón de su madre, nosotros venimos a implorar una vez más los tesoros de misericordia que con tanta solicitud nos habéis siempre dispensado.

Reconocemos humildemente que uno de los mayores beneficios que Dios ha concedido a nuestra Patria, ha sido señalarte como nuestra especial Abogada, Protectora y Reina. Por eso a Ti clamamos en nuestros peligros y necesidades seguros de ser benignamente escuchados.

Eres la Madre de la Divina Gracia, conserva puras nuestras almas; eres la Torre poderosa de David, defiende el honor y la libertad de nuestra Nación; eres el refugio de los pecadores, corta las cadenas de los esclavos, del error y del vicio; eres el consuelo de los afligidos, socorre a las viudas, a los huérfanos y desvalidos; eres el auxilio de los cristianos, conserva nuestra fe y protege a nuestra Iglesia, en especial a sus Obispos, sacerdotes y religiosos.

Desde el trono de tu gloria atiende a nuestras súplicas, ¡Oh Madre del Carmelo! Abre tu manto y cubre con él a esta República. Te pedimos que protejas a Chile, de cuya bandera eres la estrella luminosa. Te pedimos el acierto para los magistrados, legisladores y jueces; la paz y piedad para los matrimonios y familias; el santo temor de Dios para los maestros; la inocencia de los niños; y para la juventud, una cristiana educación.

Aparta de nuestras ciudades, los terremotos, incendios y epidemias;
aleja de nuestros mares las tormentas, y da la abundancia a nuestros campos y montañas. Sé Tú el escudo de nuestros guerreros, el faro de nuestros marinos y el amparo de los ausentes y viajeros. Sé el remedio de los enfermos, la fortaleza de las almas atribuladas, la protectora especial de los moribundos y la redentora de las almas del Purgatorio.

¡Óyenos, pues, Reina y Madre Clementísima! Y has que viviendo unidos en la misma fe y la práctica de un mismo amor al Corazón Divino de Jesús, podamos ser trasladados de esta patria terrenal a la patria inmortal del cielo, en que te alabaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos.

Amén. 

Fuente: Virgendelcarmen.cl



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